Huelga de trabajadores portuarios en la Costa Este y el Golfo de EE. UU

El pasado 1 de octubre, cerca de 25,000 trabajadores portuarios en la costa Este y el Golfo de Estados Unidos se declararon en huelga, demandando mejores salarios y mayores protecciones. 

Los miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (International Longshoremen’s Association, ILA) no lograron alcanzar un acuerdo con la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), lo que resultó en la paralización de los puertos desde Maine hasta Texas.


El conflicto se centra en el aumento salarial y la revisión de las cláusulas relacionadas con la automatización. La USMX, que representa a empresas navieras, asociaciones portuarias y operadores de terminales, ofreció inicialmente un incremento salarial del 77%, luego ajustó su propuesta a un aumento del 50%. Entre las promesas adicionales se incluyeron la triplicación de las contribuciones patronales a los planes de pensiones y la mejora en las opciones de atención médica. 


Tras el incumplimiento, la ILA rechazó la propuesta argumentando que la misma estaba muy por debajo de las expectativas de sus miembros. Harold Daggett, presidente de la ILA, expresó: "El sindicato está dispuesto a luchar el tiempo que sea necesario para obtener los salarios y las protecciones contra la automatización que nuestros miembros merecen".



Consecuencias Económicas


Tras meses de negociaciones fallidas, la huelga fue declarada, con el sindicato prometiendo mantener la paralización hasta que se cumplan sus demandas. Según estimaciones de JPMorgan Chase, el impacto económico diario de la huelga se sitúa entre 3,800 millones y 4,500 millones de dólares.


Un cierre prolongado de los puertos podría generar efectos económicos tanto a corto como a largo plazo. Se anticipa un aumento en los precios y la escasez de ciertos productos, especialmente alimentos importados como mariscos, café, verduras, alimentos enlatados, pimientos picantes y chocolate. Asimismo, las bebidas importadas, como cervezas, vinos, whisky y ron, podrían verse afectadas.


El sector automotriz también sería perjudicado, ya que los puertos en huelga manejan casi la mitad del comercio de contenedores del país, impactando las exportaciones de vehículos.


Este suceso tiene el potencial de afectar a varios sectores, incluidos los consumidores, agricultores y la industria automotriz, que dependen en gran medida de las importaciones y exportaciones.



Impacto Político


A pocas semanas de las elecciones presidenciales, el impacto político y económico de esta huelga podría ser significativo. Ante esto, el presidente Joe Biden instó tanto a la patronal como a los sindicatos a volver a la mesa de negociaciones con el fin de llegar a un acuerdo justo y rápido, según un comunicado de la Casa Blanca.

El gobierno de Biden, que ha centrado gran parte de su campaña en el apoyo a los trabajadores y sindicatos, se encuentra en una compleja encrucijada. Sus objetivos en el contexto de la huelga son evitar el distanciamiento de un grupo electoral clave como los sindicatos, y minimizar las consecuencias negativas que una huelga prolongada podría generar en la economía. 

Además, este conflicto ofrece a los opositores políticos una oportunidad para criticar la gestión del gobierno en asuntos laborales y económicos, añadiendo tensión política a pocas semanas de las elecciones.

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