Bolivia: bloqueo, incertidumbre y una incógnita ¿qué sucederá?

Desde el pasado lunes 14, Bolivia vive un contexto de bloqueo de carreteras impulsado por seguidores de Evo Morales, lo que ha sumido al país en una situación de caos e incertidumbre.



La falta de combustible y la paralización de actividades están afectando seriamente al país vecino. Según declaró el vicepresidente de la petrolera estatal YPFB, se encuentran paralizados "casi 20 millones de litros de diésel y gasoil", lo que ha generado largas filas de automovilistas intentando cargar combustible antes de que se agoten las reservas.


El expresidente Evo Morales, quien enfrenta complicaciones con la justicia, se estima que está en la ciudad de Cochabamba, protegido por grupos de cocaleros. Morales está bajo la mira por un escándalo relacionado con una menor de 15 años, con quien presuntamente tuvo una hija en 2016, una causa que podría tener repercusiones internacionales, ya que Morales obtuvo asilo en Argentina en 2019, durante la administración de Alberto Fernández, lo que podría traer complicaciones diplomáticas para este país.


Las protestas y bloqueos en Bolivia no son menores y han afectado gravemente las rutas que conectan las tres ciudades más importantes del país: La Paz, Sucre y Santa Cruz de la Sierra. Estas ciudades son vitales para el comercio interno y externo del país, por lo que los bloqueos están causando un paro casi total de actividades económicas. El país, que ya venía enfrentando dificultades económicas, se encuentra ahora en un punto crítico, donde la falta de combustible y la paralización del comercio podrían agravar aún más la situación.


La incertidumbre sobre el futuro inmediato es alta. Los bloqueos no solo están afectando la vida cotidiana de los bolivianos, sino que también podrían empezar a tener repercusiones en el ámbito internacional, especialmente en las relaciones comerciales de Bolivia con sus vecinos.


¿Cómo se relaciona comercialmente Bolivia con Argentina?

Argentina tiene una relación comercial estrecha con Bolivia, siendo el cuarto proveedor de bienes para el país andino, representando un 11% de las importaciones bolivianas. Esta relación incluye productos de distintos sectores, desde alimentos hasta maquinaria y tecnología. Además, Bolivia depende en gran medida de las exportaciones de gas hacia Argentina, actividad que con la reversión del gasoducto del norte ya representaba una preocupación para el gobierno boliviano.


El bloqueo de carreteras y la paralización de actividades podrían afectar este comercio bilateral, lo que traería consecuencias para ambos países. Si la situación se prolonga, Bolivia podría enfrentar dificultades para cumplir con sus compromisos comerciales, lo que podría generar tensiones con Argentina y otros socios comerciales.




¿Es inevitable un conflicto en el país vecino?

La incertidumbre sobre cómo resolver este conflicto está en el aire. Mientras el gobierno boliviano busca una solución pacífica, el país está en una encrucijada. Si bien las demandas de los manifestantes están centradas en la defensa de Morales y sus seguidores, la mayoría de la población está siendo afectada negativamente por los bloqueos. Una posible solución podría venir a través de la mediación internacional, aunque esto dependerá de cómo evolucionen las tensiones en las próximas semanas.


En los alrededores del exmandatario y también en los del actual presidente se cree lo mismo: Morales está jugando su última carta y apuesta de lleno a un conflicto a gran escala, ya que sabe que su futuro judicial está dicho ante una inminente orden de detención, la cual, apenas se emita, generará una respuesta inmediata de grupos campesinos y cocaleros. En un país donde la población se divide en un estadístico 50-50, puede ser un caldo de cultivo para una situación que se empieza a salir de control en medio de una escalada en los precios del dólar y los alimentos.


Para los países vecinos, como Argentina, esta crisis no es solo un tema de interés político, sino también económico. La estabilidad en Bolivia es crucial para mantener las rutas comerciales abiertas y garantizar el suministro de recursos. De prolongarse esta situación, Argentina y otros países podrían verse obligados a replantear sus estrategias comerciales con Bolivia.

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