Argentina ha enfrentado en los últimos años un contexto económico complejo caracterizado por altos índices de inflación, deuda externa y restricciones en el comercio exterior. La regulación aduanera ha jugado un papel crucial, tiene un impacto tanto en la competitividad de las empresas nacionales como en el acceso a bienes importados.
En este marco, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, adelantó que los próximos cambios apuntan a desregular el comercio exterior. Esta iniciativa se produce tras las recientes decisiones del Gobierno sobre la desregulación del transporte de media y larga distancia, y busca eliminar y flexibilizar las normas que obstaculizan el desarrollo de esta actividad.
El ministerio de Economía cuenta con varias medidas en su cartera, y Sturzenegger adelantó que algunas de estas iniciativas buscarán desregular la actividad aduanera en el país. Se buscarán cambios en la agilización de trámites y reducción de costos.
Sturzenegger aseguró: “La nueva medida implicará una baja en los gastos para el que importa y una mejora en el precio para el que exporta”.
Como parte de esta política, el gobierno de Javier Milei ha propuesto la eliminación de la estampilla de importación y la introducción de un nuevo sistema que reemplazará las SIRA (Sistema de Importación de la República Argentina).
Análisis de la regulación aduanera
La regulación aduanera en Argentina ha evolucionado a lo largo de los años. Históricamente, la SIRA se estableció como una herramienta para controlar y gestionar las importaciones. Este sistema permitió fijar condiciones específicas para la autorización de operaciones comerciales. Sin embargo, su implementación generó críticas y limitaciones que, en muchos casos, obstaculizan el flujo de mercancías y provocan tensiones en el sector empresarial. En este contexto, el nuevo sistema que reemplazará la SIRA promete simplificar y agilizar el proceso de importación. Esta propuesta busca ofrecer a las empresas un marco más flexible. Podría resultar en una mayor eficiencia y en la reducción de los tiempos de espera para la obtención de permisos. Las expectativas del gobierno son optimistas, centrándose en revitalizar el comercio exterior y atraer inversiones.
Otras de las normas claves del sistema es la estampilla de importación. Se implementó como una medida fiscal destinada a generar ingresos para el estado y regular las importaciones. Sin embargo, muchos empresarios señalaron como su costo provocó una carga adicional limitando la competitividad. La eliminación de esta estampilla se presenta como una oportunidad para reducir los costos operativos y fomentar un ambiente más favorable para el comercio. Es una regulación en proceso de revisión.
“Ese es un régimen obsoleto. A nivel mundial, no existe. Lo poco que se sigue estampillando se hace con un mecanismo distinto. Se podría o no reemplazar por un método mucho más moderno”, dijeron fuentes del sector importador.
Funcionamiento del Nuevo Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI)
A partir de ahora, los importadores en Argentina deberán utilizar el nuevo Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI), establecido por la Resolución General Conjunta 5466/2023 de la AFIP y la Secretaría de Comercio. Este sistema está diseñado para agilizar el proceso de importación y eliminar la necesidad de licencias para los envíos destinados al consumo.
Los importadores deberán completar una Declaración Jurada informativa en el portal de AFIP. Posteriormente se permitirá a las autoridades obtener datos estadísticos sin generar demoras en las operaciones. La declaración tendrá un plazo de validez de 360 días y se considerará aprobada una vez autorizada por los organismos correspondientes.
Se eliminarán bloqueos burocráticos, y se mantendrán controles relacionados con la seguridad y la salubridad de los productos, asegurando así que las mercaderías cumplan con los estándares técnicos. Además, las empresas con deudas comerciales deberán registrarse en un padrón específico para acceder a opciones de pago. Este enfoque busca mejorar la matriz de riesgo aduanero, facilitar el flujo de importaciones y, en última instancia, impulsar la competitividad de las empresas argentinas en el mercado internacional.
Impacto económico ante nuevas medidas aduaneras
Los cambios propuestos podrían tener un impacto profundo en la economía argentina. La eliminación de la estampilla y el sistema SIRA podría facilitar un aumento en las importaciones, mejorando la disponibilidad de productos y reduciendo los precios para los consumidores. Sin embargo, también hay preocupaciones sobre el impacto en la industria nacional y la posible dependencia de productos importados.
Las empresas argentinas deberán adaptarse a este nuevo marco. La eliminación de la estampilla representa una oportunidad para mejorar su competitividad en el mercado internacional, y al tiempo, plantea nuevos desafíos a nivel nacional obligando a las empresas a desarrollar estrategias innovadoras para mantenerse competitivas.
La implementación de estos cambios no estará exenta de desafíos. El gobierno deberá enfrentar la resistencia de sectores que se benefician de las regulaciones actuales y garantizar que la transición sea efectiva. La falta de infraestructura y recursos podría limitar el éxito de estas reformas. Se requiere un enfoque coordinado y estratégico.
La desregulación aduanera propuesta por el gobierno de Javier Milei presenta tanto oportunidades como desafíos para la economía argentina.
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